jueves, 9 de agosto de 2012

La voz de Filemón. Estudios de especialistas sobre El libro rojo


Descripción de Liber Novus, por E. Galán Santamaría. (extracto)
Creo que una somera descripción de la estructura del libro facilitará la posterior inmersión en sus contenidos de modo más detallado. El Liber primus lleva como título “El camino de lo venidero” y consta de 11 capítulos. Iniciado en 1915 y escrito sobre siete folios de pergamino en dos columnas de apretadas palabras, con capitulares imaginistas y algún dibujo de pequeño formato que ilustra el texto, narra las experiencias imaginales tenidas por Jung entre noviembre y diciembre de 1913.
Comienza su prólogo con citas de Isaías que hablan de un Dios futuro y la frase de Juan sobre la encarnación del Verbo. Los cuatro primeros capítulos tratan de la búsqueda del alma en el desierto, impulsado por el espíritu de las profundidades. Los cuatro siguientes se ocupan del descenso a los infiernos, el asesinato del héroe y la concepción del nuevo Dios. Los tres restantes traen a escena a Elías, con su ciega hija Salomé y la serpiente, quienes acompañarán a Jung en el momento de su sacrificio en la cruz, el cual devuelve la vista a Salomé. Aquí acaba la acción dramática de este primer libro. Jung concluye en sus comentarios que “vacío es el amor sin pensar, hueco el pensar sin amor” y que “vi un Dios nuevo, un muchacho que doma los démones [el prepensar y el amor] en su mano. El Dios deviene a través de la unificación de los principios en mí”. Tal es la buena nueva de Isaías y la seguridad en el Lógos de Juan.
El Liber secundus lleva por título “Las imágenes de lo errante”. Ya está escrito directamente en el libro de gran formato, papel idóneo y tapas de piel roja que Jung encargó para trabajar parsimoniosamente en tales textos y dibujos, y al que adjuntó los folios de pergamino. Consta de 21 capítulos, que reproducen las fantasías del 26 de diciembre de 1913 al 19 de abril de 1914. La imagen plástica cobra una mayor presencia. Los capitulares imaginistas se hacen más complejos y hay 58 figuras exentas, que Jung irá realizando a partir de 1918.
Las citas bíblicas que aparecen en su prólogo se deben a Isaías, que clama contra aquellos profetas “que quieren hacer que todo mi pueblo me olvide con los sueños que cada uno cuenta”. En los seis primeros capítulos van apareciendo una serie de personajes —el rojo diablo, el erudito con su hija, el humilde, el anacoreta, el muerto— que cierran un ciclo. Los cinco siguientes son de renovación y crecimiento, centrados en la figura de Izdubar y los encantamientos. La acción durante los cinco capítulos posteriores transcurre entre el Infierno, el sacrificio y locura. Los cinco que les siguen son celebratorios —despertar, profecías, el don de la magia— pero acaban en la cruz. El largo capítulo final está centrado enteramente en Filemón y consta de varios apartados. De ahí Jung concluye que “tengo que recuperar un pedazo de Edad Media en mí. Recién hemos terminado la Edad Media en otros. La piedra angular es estar solo con uno mismo. Este es el camino”. Ese camino de lo venidero que se iniciaba en Liber primus.
En cuanto a Escrutinios, comienza con fantasías fechadas en los Libros negros el mismo día en que acaba el libro anterior —al día siguiente abandona la Asociación Psicoanalítica Internacional y su presidencia— y que terminan en julio de 1917, con una cesura de año y medio (junio de 1914—diciembre de 1915). Sin estar organizado en capítulos, sino en 15 apartados establecidos por Shamdasani, en los dos primeros asistimos al feroz ataque autocrítico de Jung a su yo y en los tres siguientes vemos reaparecer a Filemón, quien le ayuda con las demandas que le hacen los muertos. Los apartados 6 a 12 reproducen los Septem sermones ad mortuos, publicados en edición privada en 1916, pero que aquí se acompañan de las respuestas de Filemón a las preguntas de Jung. En el apartado 13 se produce un encuentro con la muerte. El penúltimo apartado, agregado en 1959, hace aparecer de nuevo a Elías y Salomé, que le abrieron la vía. En el último, Filemón conversa con una sombra azul que representa a Cristo.
Capítulos y apartados de Liber Novus presentan, en una primera parte, las imaginaciones y, en un segunda, resaltada en la edición por el signo [2], los comentarios al respecto. El estilo es distinto en ambas partes, literario y dramático en la primera, ensayístico personal, más conceptual en la segunda y, en el caso de los himnos y encantamientos, con un tono enfático, escritos en el volumen caligráfico con una letra mayor y a veces enmarcados, y que vienen reproducidos en cursiva en el texto de la transcripción y traducción.
Esta edición cuenta además con tres anexos (A, B y C). El primero ofrece una serie de bocetos de mándalas y alguna capitular de la versión caligráfica, además del boceto del primer mándala elaborado por Jung, en el que se representa el “Systema Munditotius” que surge de Septem sermones ad mortuos, y este mismo mándala ya elaborado, tal como fue publicado anónimamente en la revista Du en 1955. El apéndice B reproduce comentarios de Jung en lenguaje científico acerca de Elías y Salomé como Logos y Eros. El último, tomado de Libro negro 5, se refiere al Sistema Munditotius.
Las notas de Shamdasani, además de situar las fuentes de citas bíblicas u ofrecer guiños culturales, señala las obras de Jung donde puede encontrarse el desarrollo científico de las intuiciones que ahí aparecen, la literatura secundaria pertinente y, en muchos casos, la continuación a esos textos en los Libros negros o las variaciones entre éstos y el volumen caligráfico. Puede decirse que la soberbia edición de Shamdasani desbroza varias vías de la investigación posterior. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario